Versículos de la Biblia sobre el Materialismo
- Porque nada trajimos a este mundo y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos comida y ropa, contentémonos con eso.
- Quien ama el dinero, de dinero no se sacia.
Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente.
¡También esto es vanidad! - No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.
- ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida?
- ¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.
- Manténganse libres del amor al dinero y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca los dejaré; jamás los abandonaré».
- Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.
- Más vale tener poco, con temor del Señor,
que muchas riquezas con grandes angustias. - Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.
- Tal como salió del vientre de su madre,
así se irá: desnudo como vino al mundo
y sin llevarse el fruto de tanto trabajo. - Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
- Más vale adquirir sabiduría que oro;
más vale adquirir inteligencia que plata. - Jesús respondió: —Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
- En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.
- A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios. Él nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.
- Aleja de mí la falsedad y la mentira;
no me des pobreza ni riquezas,
sino solo el pan de cada día. - Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.
- ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?
- Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero solo si uno está satisfecho con lo que tiene.
- Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
y la buena reputación más que la plata y el oro. - Todo el día se lo pasa codiciando,
pero el justo da con generosidad. - Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.
- En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte. - ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
Es como si les salieran alas,
pues se van volando como las águilas. - La riqueza del rico es su baluarte
y este cree que sus muros son inalcanzables.
